sábado, 12 de marzo de 2011

Porque mi boca es sangre y Tengo frío

Hace dos semanas que me operaron las encías. No detallaré todo el calvario que eso ha significado -no quiero usar este blog como mi paño de lágrimas-, pero si quiero dejar en claro que, en efecto, ha sido un verdadero y señor calvario. Me parece que estoy purgando todas mis culpas y que además de purgar las culpas pasadas estoy empezando a purgar culpas por adelantado. En fin. El caso es que como les comento ha sido todo un martirio. No puedo comer casi nada, la primera semana pasé casi llorando del dolor, luego me entero que se me inflamaron, y luego se infectó y recién hasta ahora parece que las cosas están mejorando. Me han embutido de antibióticos, desinflamantes y analgésicos; ademas de todos los remedios caseros habidos y por haber, desde el agua de matico -una planta medicinal- hasta tintura de Benjui -en la farmacia lo pedí como tintura de Ben Hur lol- mismo que arde de una forma totalmente indescriptible. Eso a breves cuentas. 
No obstante, lo que venía a comentarles era que mientras estaba en el quirofano y como solo me pusieron anestesia local, estaba enteramente dispuesta a ver todo el emocionante procedimiento con la ayuda de un espejo. En vivo y en directo, mejor que el Discovery Chanel. Y empezó la operación, el dentista, otra dentista y una enfermera, todos -incluida yo- vestidos como en las películas: los gorritos, los guantes, los mandiles, etc etc. Limpieza, algodones, gazas, pinzas y ¡zas! el primer corte con el bisturí. Y luego el segundo corte con el bisturí, y de pronto que empieza a brotar sangre que da un contento. Con un aparatito simpático la enfermera iba succionando la sangre, pero eso no era suficiente, el dentista tenía que ir sacando una gaza y otra gaza empapadas de sangre. Cuando perdí la cuenta del numero de gazas con sangre que iban sacando de mi boca decidí que era mejor dejar de seguir viendo la operación o iba a entrar en alguna clase de Shock por pánico a morir desangrada.  
Yo que había estado toda contenta e interesada en ver la operación de pronto me entraron unos nervios que me pusieron a pensar en qué harían mis familiares si no llegaba a salir del quirofano. Luego se me ocurrió que nunca había oído de nadie que se haya muerto en el consultorio de un dentista, y luego también se me ocurrió que con mi suerte no habría sido raro que me toque una muerte tan extravagante y ridícula. 
Estando ya totalmente convencida de mi pánico, decidí cerrar los ojos para ademas no ver todo lo que el dentista metía y sacaba de mi boca. Y allí, en la paz de la oscuridad -y mientras sudaba frío, ¡helado!- pensé que lo mejor era rezar. ¡Oh sorpresa! yo que vengo siendo una atea convencida en seguida me transformé en la cristiana mas devota que se pudiera imaginar. Rápidamente y con la adrenalina a tope, busqué en mis recuerdos esas oraciones que aprendí en el colegio. Empiezo el Padrenuestro, bien. Luego el Ave María: Dios Te Salve María llena eres de gracia... Dios te salve María llena eres de gracia... y así unas dos veces mas, hasta que me di cuenta que no sabía que seguía después del llena eres de gracia. ¡Que vergüenza! Ocho años de colegio católico para que no me sepa ni el Ave María. No puedo describir el tamaño de mi frustración. 
Mis neuronas respondieron en seguida y brevemente me conectaron a otra clase de textos que también me los había memorizado, surgió rápido el que mas a la mano estaba: Corazón Coraza de Benedetti. Con este poema me fue mejor y me fui sintiendo un poco mas relajada, sobretodo cuando llegué a la parte en que dice "porque tu boca es sangre y tienes frio". ¡Ah, pero que perfecto! Desde ese momento y durante estas dos semanas este verso se ha convertido en una especie de mantra. ¡Gracias Benedetti!
Además también he encontrado -y también por pura casualidad- este video de The Kills, un grupo de rock de garage -según Wikipedia- cuya música me ha encantado. Buen ritmo, buenas letras, buen estilo. Me encantan. Este video en especial, muestra a la cantante con la boca derramando sangre y nuevamente me acordé de "porque tu boca es sangre y tienes frío". Ademas que ese ha sido mi animo estos días. En fin, todo se conecta. Aquí les dejo el video. 
Mientras tanto, yo sigo en recuperación y viendo si un día de estos hallo algún cura que me absuelva del pecado de falta de fe, con agravios por no recordar oraciones. Espero que la infección que siguió a la operación no sea resultado de un castigo divino. Y si así lo es, que sepan pasarme esta, Benedetti intercederá por mi. 

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