miércoles, 25 de abril de 2012

Profundo Asco por la humanidad

En esta oportunidad no nos detendremos a analizar mi ausencia. En esta oportunidad mas bien tratare de explicar algo que me ha sucedido hoy. Mientras tomaba café con la especie de host family que me acoge de pronto me entró un profundo asco por la humanidad que ya es común en mis emociones cotidianas, no obstante mientras veía al bestia del orangután que tienen como hijo tuve una epifanía. Mientras los perros comían de los mismos platos en los que nosotros tomábamos café, mientras el idiota este daba beso de lengua a uno de los tres perros y a uno de los cuatro gatos con los que conviven, me di cuenta de pronto mágicamente que no, no me voy a casar. Incluso si llegara a encontrar un buen hombre, sabe Dios que clase de subnormales ilustres serán sus familiares. Si esta familia que es tan buena conmigo me tiene jalandome los pelos porque sus temas de conversación son los de unos infantes pre púberes a pesar de que tienen 30, 25 y 24, no me quiero imaginar cómo será vivir con una familia que en realidad me odie. Digo, estos solo son una especie de Adams inocentes que al fin de cuentas no me sacan de quicio a propósito, solo son increíblemente inmaduros, cursis, bobos, ridículos, infantiles, ingenuos, cochinos y podría seguir. 
No quiero, definitivamente me niego a tener que aguantar a una familia así por la felicidad de mi matrimonio. No estoy dispuesta a estar aguantando estupideces ajenas, bastante tengo con las mías. Así que, gracias a Dios me di cuenta de esto que lo hubiera descubierto a los seis meses de casada, no viviré en otra casa que no sea la mía, con mis costumbres y mis idioteces. 
Tal vez estoy sonando muy intolerante con otros modos de vida y bueno, no quiero que los cambien, solo quiero que no vivan así enfrente mío. 
Profundo asco por la humanidad. 
Si, si, no es mi mejor época.