miércoles, 6 de julio de 2011

¡Salven a Chávez!

Bien, me he perdido un buen buen tiempo. Y debería poner aquí las buenas razones que he tenido para hacerlo, pero la verdad es que no he tenido buenas razones. Cada vez que entro me doy cuenta que las estadísticas muestran que tengo cada vez menos lectores así que creo que eso me ha desanimado un poco, de hecho en alguno de estos días pensé en cerrar oficialmente el blog, no obstante hoy ni bien me levanté y abrí el mail me topé con un mensaje hermoso que ha llenado de luz mi día -¡Majo te adoro!-. Así que seguiré escribiendo en honor de los tres o cuatro visitantes diarios que tengo. 
Bien, que puedo contar. No mucho en realidad. ¿Sabían lo de Chávez?  Claro que lo sabían. En el fondo abrigaba una esperanza muy fuerte de que no alcance a llegar a los festejos del 5 de Mayo, y cuando digo no alcance me refiero a su viaje, no a su muerte. Le hubiera servido de lección para que deje de ser tan pedante. Pero aunque parezca raro, nadie le desea la muerte. En verdad, nadie le desea la muerte, es mas, Dios nos libre de que se muera en estas circunstancias; si se llega a morir va a quedar como mártir, héroe y virgen. Y luego ya veo a toda Latinoamerica utilizando su rostro como símbolo de revolución, como pasó con el Che Guevara, después generaciones y generaciones de jóvenes lo utilizarán como bandera símbolo de su lucha contra el sistema. No, no, no. Me niego a que la mala costumbre de la historia de hacer de todos los muertos, personas buenas, termine por estropear la verdad de los desastres que ha hecho Chávez. 


De momento, se me ocurre que él debería pensar en esto del Karma. 
Y yo también debería pensar en el Karma. 
Aunque parezca que estoy loca ¡Señor Chávez, le deseo una pronta recuperación! Quiero que este vivo para cuando su desgaste político llegue a su fin. 
¿Me meterán presa por ofender a los amigos de la revolución ciudadana? 
-Espero que no-.  

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